Arthur Conan Doyle - Valdemar, 2001.
Nuestro protagonista Frank Alder decide ir a dar una vuelta al salir del trabajo cuando presencia un accidente: un coche y un ciclista chocan ante él resultando herido el ciclista y dándose a la fuga el conductor del coche...
"(...) -¿Se ha hecho daño?- le pregunté.
-El tobillo- me contestó-. Creo que se trata sólo de un retortijón, pero me duele mucho. Por favor, déme usted la mano. (...) No puedo apoyarlo en el suelo.
-¿Dónde vive usted?
-¡Ahí!- y señaló con movimiento de cabeza la casa espaciosa y sombría que se alzaba dentro del jardín-. Cruzaba la carretera para dirigirme hacia la puerta exterior, cuando ese condenado me atropelló. ¿Puede usted ayudarme hasta que llegue a la casa?
Lo hice sin dificultad. Metí la bicicleta dentro del jardín y después lo fui sosteniendo a lo largo del camino, y por la escalinata, hasta la puerta del vestíbulo. No se veía luz por ninguna parte, y la casa estaba tan oscura y silenciosa como si nadie hubiese vivido nunca dentro de ella.
-Es suficiente. Le doy muchísimas gracias- dijo, manipulando con la llave dentro de la cerradura.
-De ninguna manera; es preciso que me permita ayudarle hasta que ya no me necesite.
La puerta se había abierto, dando acceso a un vestíbulo que estaba envuelto en tinieblas. El joven avanzó tanteando, sostenido siempre por mi mano.
-Esa puerta, a la derecha-dijo, tanteando en la oscuridad.
(...)- Bueno, ya estoy perfectamente. Puede usted retirarse. Buenas noches.
Al decir estas palabras se dejó caer en un sillón y se desmayó, perdiendo el conocimiento.
Era aquélla una situación por demás extraña para mi. Aquel hombre aparecía tan lívido, que no estuve muy seguro de que no había muerto. Poco después, sus labios temblaron y su pecho empezó a arquearse y descender, pero sus ojos eran dos rendijas blancas y su color era horrible. Yo no podía cargar con semejante responsabilidad.
(...)Eché mano de la lámpara y salí precipitadamente de la habitación. El espectáculo que se me ofreció a la vista me dejó asombrado. El vestíbulo estaba completamente desnudo, y también lo estaban las escaleras, que amarilleaban de polvo. Había tres puertas que daban acceso a tres habitaciones (...)El pasillo terminaba en una puerta muy ancha, de color pardo, y en la puerta se veía sobre el agujero de la cerradura un sello de lacre del tamaño de una moneda de cinco chelines. Tuve la impresión de que aquel sello llevaba allí mucho tiempo, porque estaba lleno de polvo y descolorido. Estaba todavía contemplando mi descubrimiento, y preguntándome qué era lo que podía esconderse detrás de aquella puerta, cuando escuché una voz que me llamaba desde lejos..."
El cuarto de la cerradura lacrada (fragmento)
¿Qué habrá detrás de esa puerta lacrada? ¿Y quién es el joven ciclista? Averígualo leyendo éste y otros 12 cuentos que encontrarás en Historias de intriga y de aventuras de Arthur Conan Doyle.
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Te es familiar el nombre de Arthur Conan Doyle?
Posiblemente sea así, y es que este escritor es el autor del famoso personaje Sherlok Holmes y de numerosos libros, algunos de ellos adaptados y llevados al cine. Otros títulos de Arthur Conan Doyle:
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